Año nuevo en Valparaiso

I
Tornan de nuevo las naves del mar
tuercen su rumbo de anhelo al pasar,
vuelven al puerto en pos del amor
ansiadas brisas que llegan en paz.
De lo profundo se asoma un delfín
es la luz nueva que añora su faz,
brilla la costa se torna a vivir
la vida en todos los seres del mar.
Hay en los hombres bondad que entregar
tiempos de soles que evocan la paz,
bajo la sombra descansa un rosal
brazos le ciñen su talle de tul.
Las amapolas circundan sus cerros
alzan las flores los rayos de luz,
es haz brillante que cubre sus hojas
y resplandece su cáliz purpúreo.
Desciende el río de plata tan fina
y va danzando a las aguas del mar,
viven e irradian alegres destellos
en el fulgor de la luna creciente.
II
Sobre las sombras pervive la paz
y la primavera se aleja lozana
ya que el otoño se acerca veloz,
mundo que fue en el fin de los tiempos.
Fiesta celebra y el año se va,
miran los pueblos que cantan felices
días de gozo y jolgorio sin fin,
suaves recuerdos no quieren partir.
Florece en tanto en el alma una luz
mientras los frutos eternos perduran,
en los jardines la aurora ya llega
corona llevan de blancos laureles.
En cuyos campos se vieron un día
trinos se escuchan en cimas y valles,
canta el destino a las aguas que entonan
seres que adoran las ondas marinas.
Viven en mí esas ninfas de antaño
en el recuerdo de dicha sin par,
algo distingue el vaivén de las olas
donde la brisa disfruta al soñar.
Humberto Reyes H.