En Medio Oriente, sus labios es aurora,
su cuerpo, aun es arena de los desiertos.
Los amos, la miran con ojos abiertos.
miraron ayer y siguen mirando ahora.
Le pretenden plebes, también godo.
Hasta ahora nadie canta victoria,
desde lejos describo su historia.
Talvez llego primero antes que todo.
Cada día se conmemoran aniversarios,
donde ella vive. Arduo monumentos,
que en algún tiempo fueron parlamentos,
ahora son trofeo, como esfinge milenarios.
Mi princesa surgió de ceniza, no de soflama,
ella es vestigio de una antigua llama.