Ha sido el mar, desde que el mundo es mundo,
de la arena, su eterno enamorado,
en los riscos se azota furibundo,
luego la besa, muy apasionado.
El sol entibiar, la playa pretende,
la luna celosa, enfría la arena,
profano el mar, de celos no entiende,
fogoso regresa al cambiar la marea.
Le brinda sus frutos junto con sus sales,
con suaves improntas, le escribe poemas,
la viste de espumas, luce que es primor,
conchas de color y algunos corales,
de algas muy verdes, hermosas diademas,
le regala siempre junto con su amor.
® Susana Valenzuela
02-10-09