Llegué puntual a una cita que no hicimos,
en la estación de un tren que no esperabas.
Yo caminaba distraido como siempre,
cuando sentí el calor de una mirada.
Una mirada silente, aunque expresiva.
Que hablaba tristeza y soledades:
De sed de amor y sueños reprimidos,
una mirada llena de verdades.
Me acarició su voz;
Que hizo de mi nombre una poesia.
Que me enseñó a creer que dentro mio,
se hallaba un corazón que aun latía.
El destino juntó dos aguas en un rio.
Dos hojas se abrazaron en el viento.
Prendiendo fuego de la nada,en un momento,
arrancandome de un tajo todo el frio.
Fuimos lava y volcán, ternura y calma.
Fuimos principio y fin en una historia.
Epopeya de un beso que llevó a la gloria,
de la mano a dos desconocidas almas.
Tuvimos una cita no pactada.
Y fué mas bella que si la hubieramos planeado.
Y aunque de aquello.Hoy no queda nada,
Tu recuerdo va conmigo en mi costado.
Formas parte de mi, como mi nombre;
Lograste que volviera a creer en el amor.
Hiciste que se despertara el hombre,
Que un tiempo en la rutina se durmió.