Es la tumba del amor, el matrimonio,
un panteón que nos encierra la conciencia,
nos oprime lentamente con vehemencia,
y nos deja, como la mujer de Antonio.
Yo diría mas bien, es un demonio
que nos pincha con entera complacencia,
cuando somos todo amor, toda inocencia,
y quedamos como queda el Unicornio.
Yo no quiero ni pensar en matrimonio,
porque sobra con dos veces la experiencia,
la tercera no cometo ni en demencia,
aunque tenga que ingresar a un manicomio.
Yo prefiero ser por novia la excelencia,
que firmar un documento sin esencia.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!