Quizás algún día seas o ya eres,
no lo se porque aun te busco
mientras tanto en mi fantasía
desembocare raudo, Constante
en la rivera apacible de tu piel
como caudal furtivo y emigrante
de los favores ocultos de tu ser
lo que me hace falta
y rogare cual condenado
me cauterices diestra, en seda,
con tus alas cálidas de hostería
y así sepa al fin mi abatida vida
que aun existe quien reclame
las sobras que restan de mi alma.
Implorare me extirpes ahora,
presurosa en este tu momento débil
donde no puedo hacerte mal,
pues muerto en vida busco
cuerpos puros donde drenar
la savia que me hace falta.
Clamare a tus sentidos
me licúes puro en tu corazón
para quitar la mala hierba
que restringe mis fronteras,
causal de mi defunción diaria
cuando opacado diviso castrado
lo que mora en ti clandestino
y no puede ser mío.
Hoy quien seas… te digo, te pido,
ampútame certera de estos sueños,
laberintos creados en mi delirio
insuficientes de paz mañanera,
proscríbeme sin regreso
de estos deseos insalubres
habitantes sin renta, truhanes,
abusadores de la ínfima fe
que aun me puedan amueblar.
Y aun sin conocerte, sin haberte visto,
He sacado provecho al ostentarte,
sin darte cuenta forraste en tul
la desdicha que me engalanaba
y en mi hálito perdido te ruego
que me olvides constante,
sin negarme el laurel de tu perdón.
Un trabajo estupendo donde los sueños son la causa de tan bellos versos en busca de alguien donde dejar los sentimientos, y un hacer que al final confirmas al pedir perdón. Me encantó leerte. Un saludo