El Amor llegó contigo, se posó en mi corazón,
acarició mi emoción con sentimiento,
me quedè sintièndote en silencio
y luego, quedamente, como vino, se marchó...
Se quedó la ilusión agonizante
buscando sensaciones en mi piel.
Y esos labios que me dieron su miel
me sumieron en un rictus delirante...
Pèrfido sentimiento inalcanzable,
trèmula de dolor dejó a mi alma.
Al perderte yo a tí perdí la calma,
delirio de pasión inexorable...
Hojarasca de lágrimas perdidas,
evaporándose el dolor en el olvido.
Un sentimiento de Amor adormecido,
una indolente pasión que me castiga...
Y en tu ausencia se pierde mi emoción,
dejándome sumida en la tristeza.
Nunca supe perder con entereza
aquello que me roba la pasión...