Hay un grito en la garganta

Que se sostiene solito
un grito de rebeldìa extrema
que no es sonido, ni es un pito.
Y deja su sitio y expresa
el descontento y la rabia
tiene dolores acumulados por años
que son expresiones amargas
que duelen en el alma.
Y se siente por la ciudad
como tormenta, que arrasa y quema
tiempos acumulados de tenciòn
frustraciones y desconfianzas.
En el diario vivir
a duras penas el ciudadano
se sostiene y piensa
de que le sirve la acitud servil
los años de estudios y decencia.
¡Hay un grito en la garganta!
a punto de estallar y reclama
que el màs astuto despierte
de sus sueños, que ya es hora.
¡Que pague por lo adquirido
con malas artes y engaños!
nada se sostiene con mentiras
sinvergenzuras y burlas.