QUIERO UN DIOS...

QUIERO UN DIOS...

Quiero un Dios para poderlo

mirar a los ojos,

al que pueda decirle te quiero.

Quiero un Dios libre,

acequible, sincero,

al que pueda gritarle,

reñirle, reprocharle.

Un Dios solidario, humano

y nunca pendenciero.

Quiero un Dios

para preguntarle...

¿ Dónde estas en cada

volcán que erupciona?

¿ En cada desastre

que arrasa casas y mata?

¿ Dónde estás en cada desastre

ecológico, en cada abuso

y en cada noche sin calma?

¿ Dónde estabas cuando

el general sacó la espada

y miles de personas

cayeron al Rio de la Plata?

¿ Dónde estás cuando

las pateras se hunden

en El Estrecho de Gibraltar?...

Quiero un Dios

que responda, que se deje ver,

que muestre la cara,

que no asuste al hombre,

al niño, a la anciana.

Quiero un Dios

limpio, voluntario,

que no dé miedo,

que te cubra con su brazo

y te haga sentir lleno.

Quiero un Dios

que nos proteja,

que nos augure

un futuro bueno,

que me defienda ante

la mentira depravada,

que muestre la bondad

de los auténticos sentimientos.

Quiero un Dios

bondadoso, transparente,

conciliador, auténtico.

Un Dios lleno de amor,

completo, en una palabra

...eterno.

Quiero un Dios

que no entienda de política,

ni de clases, ni se

venda al dinero.

Que aparezca cuando

una mujer sea maltratada,

cuando álguien ensucie

la inocencia de una mirada.

Quiero un Dios

que arregle el mundo,

que distribuya la Tierra

entre todos los millones de almas,

que no consienta la avaricia

del hombre y lo dote

de nuevas alas.

Quiero un Dios

sin religiones,

sin manchas,

que anule la leyes humanas.