TUS MANOS
Son tan menuditas tus manos,
que al acariciar mi cuerpo,
tus dedos, tan finos y largos,
por dentro me llenan de fuego.
Las cojo entre mis manos.
Son tan delicadas y suaves,
que solo rozando mi rostro
todo mi cuerpo me arde.
Son como plumas de ave.
Cerrando los ojos, pienso
cuando, por primera vez,
despertaste en mí el deseo.
Tumbados en el sofá,
tus manos entre mi pelo,
me dabas suaves masajes
con tus delicados dedos.
Me haces estremecer,
se me eriza todo el bello,
al pasar tus suaves manos
deslizándose por mi cuerpo.
Tus manos te besaré
cada vez que te las veo.
Mis ojos yo no abriré.
Y mantendré el deseo
de que recorras mi cuerpo
con tus delicados dedos. Jucrema