Estos tres años vividos
en la angustia y el dolor
han sido un curso intensivo
que equivale a lo aprendido,
a lo largo de una vida,
en los terrenos tortuosos,
difíciles, tormentosos
e imprecisos del amor.
En un tiempo reducido
he conocido las mieles
de la más cara ilusión,
la dicha que encierra un sueño
largamente alimentado
y casi a punto de logrado,
y el dolor desesperado
de la más cruel decepción.
He llegado hasta las puertas
de la dicha y del consuelo,
he vislumbrado la gloria
en unos ojos de mujer;
he escuchado los sonidos
del más bello paraíso,
después se ha roto el hechizo
en un obscuro anochecer.
Me he graduado como iluso,
idealista y soñador,
me he llenado de rencor
desquiciado por los celos;
he conocido los cielos
y me he hundido en el infierno
de un fracaso sempiterno
y de un ingrato desamor.
Hoy detengo, fatigado,
mis pasos por el sendero
y me reconozco vencido
por una fatalidad.
Con el corazón herido,
escéptico, pesaroso,
reconozco que he perdido
en este tiempo tempestuoso.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!