Al final de cada día…
agradezco haber nacido,
y el haberte conocido,
le doy gracias al Señor
por saber que es el amor.
Y es como un toldo
de terciopelo el cielo,
que me acuna en mis desvelos,
y me protege de desdichas y de males,
y de las cosas dolorosas e irracionales.
Al final de cada día…
cuando me voy a descansar,
siento que a mi lado
pronto has de llegar,
prendo velas perfumadas
para que aromen mi almohada,
y en mis sábanas de seda
es tu amor el que se queda.
Al final de cada día…
me despido con un beso de la luna
y en mis oraciones pido para ti
salud, amor y fortuna.
Y veo mejor con los ojos cerrados,
por que soñando navego
por ese mundo encantado
donde solo habitan los enamorados.
esos que a la cima del placer
siempre juntos han llegado…
¡ven déjame tu beso en mi boca!
¿no te das cuenta que es ternura y es pasión
Lo que tu amor me provoca?
Es que contigo en la distancia,
Ya nada para mi tiene importancia.
*
MARÍA OFELIA REIMUNDO
25/5/2009 PM-
ARGENTINA.