No nos engañemos...

Todos decimos que damos sin espera nada a cambio, eso no es cierto, en realidad
Es lo que intentamos, pero ¿a quien no le gusta recibir algo igual o mejor de lo que ha dado?, nos engañamos, porque en la amistad el detalle es fundamental. Quien no ha dicho “siempre estaré aquí”, “cuenta conmigo”, “confía en mí” desando oír lo mismo de su amigo, ¿que pasa cuando no es así?, cuando solo un gesto de cariño es expresado, cuando tu amigo no te dice que piensa lo mismo, te quedas callado y en tu mente siempre se repite “dar sin esperar nada a cambio”, pero que le pasa a tu corazón, él no lo ve igual, él siente que da mucho más, que le pasa a tu ilusión disminuye cada vez más.
Hasta que te das cuenta de que la amistad es estupenda pero hay que controlar nuestra generosidad y saber dar con la seguridad de que esa persona esta dispuesta a ofrecer igual que tu. Este pensamiento desaparece con el paso del tiempo, no lo tenemos en cuenta, pero eso no significa que no nos duela. Llega un momento en el que los detalles desaparecen, la persona que siempre los dice o hace se cansa y opta por no decir nada, es entonces cuando nuestro amigo hecha en falta esos detalles que le hacían sentirse especial, querido, amigo, algunos se dan cuenta, rectifican te demuestran que tu para ellos también eres querido, pero hay otros que se guardan sus sentimientos prefiriendo que pienses que no los sienten antes de expresártelos sinceramente quizás lo hagan por miedo a mostrar su interior y no se den cuenta de que así pueden llegar a perder a un amigo por no saber expresar la amistad que siente hacia él. Este caso es un tanto absurdo pero como antes he dicho en la amistad lo detalles son fundamentales, se da el mismo caso que en el amor, debemos aprender a saber expresarnos, a saber dar cuando recibimos porque es así como nos sentimos llenos y plenos de este sentimiento espléndido llamado amistad incondicional.