No puede haber estrella
más brillante,
ni campo más verde y florido.
ni más clara tu imagen bondadosa,
ni unos ojos tan bellos
y divinos.
Fué mi Madre, una rosa en primavera,
un camino de amor todo cubierto,
Fué su aroma, aroma de azucenas.
La alborada de su alma, luz del día.
Fué su pecho, cálido y sufrido,
donde yo, lloraba mis desdichas,
mientras ella, acariciaba mis mejillas.
Ahora madre, tu vives en mi cielo,
este cielo,tan bello, tan inmenso.
allí estás. cual lucero más brillante,
permanente y eterno.
Cada amanecer madre. del alma mia.
Brillar te veo en el
*CIELO*