Solía hacer menos frío, solía,
Cuando de sus labios,
Casi rozando su nuca, casi su cuello,
Se escapaba un leve suspiro.
Para él y su robusto cuerpo
Era el efecto secundario
De un vodka casero
En el invierno moscovita.
Ese escalofrío,
Cada vez menos frío,
Era el alivio
De una larga noche
Desnudo, sin más abrigo,
Que la piel de ambos.
Solía el sol dar tregua, solía,
A la mañana siguiente.
O también una ducha caliente
Sin dejar de abrazarse.
Y sin embargo solía,
El viento en su pelo, solía,
Darle algo de aliento
Para escapar a Praga,
Para seguir corriendo.