Los cambios firmes son venturosos

Un retazo de amor celestial que entre las cortinas
colgada de esperanza, desea matar todas rutinas.
Mi ánimo incansablemente se proyecta directo
frustrante sería abandonar mi anhelado proyecto.
Me agrada tu eufórico día, mejor de lo que espero,
es más de lo que se me permite en amor austero.
Mujer vivir contigo es soñar, una mañana agradable
tu amor no me ciega, tu forma de amar es invariable.
De los gajos más altos son aun más dulces los frutos,
siempre valdrá la pena exponer todos los atributos.
Al nacer traemos al mundo lo que nunca ha sido
el cambio constante es venturoso y lo eterno aburrido.
Al retazo de los sueños he hecho algunos cambios
a pesar sé que no es de sabio, morir por unos labios.
En realidad nunca fui pobre porque nunca tuve nada,
ahora rico soy, tengo musa y poesía por ella cantada.
Las decisiones son de los dos, tomamos en hora o día
el tiempo se gasta para bien, lapidamos con sabiduría.
En sencilla melancolía tu dulce imagen se atesora
Si dejo de ser joven ya tengo la mujer que me adora.
Al morir nos llevamos lo que nunca volverá a ser
ver, que nada es lo mismo y nos queda todo por hacer.
Autor: Alcibíades Noceda Medina