Rebeldía (Canto 3/5)

En el otro lado de su lucha el mar obsceno, lo engulle, lo atraganta

Envolviendo su soledad en llamas, haciéndolo obscuro,

Cruel, apático, infame, despiadadamente insensible

Rayano en la maldad más refinada, escondiendo los baluartes

De férreos manantiales, del faro de las Antípodas que lo ennoblece

Y lo hace grande, para hundirlo así en las oquedades más profundas

Pero ¡Ay…! esa tensa complejidad de su alma es la que lo hace humano…

Muy humano… su conciencia lo salva o lo pierde.

¡Pero nunca es ajeno a ello!

Inventa leyes, liturgias, para que el resto de los humanos las sigan

-Mientras el hacedor se encuentra al margen- corrompen los moldes

Trazan religiones, dibujan dioses bondadosos terriblemente vengativos

Marcan reglas rígidas, inamovibles, ancestrales

Copiadas a otras civilizaciones con gran descaro

 Circunscritas a su arbitrio

Para domeñar a los débiles, desamparados y urgidos

Necesitados de protección… ¡y de promesas!

Esos cultos sustentan verdades solamente conferidas,

 Reveladas, en forma única y exclusiva a sus profetas,

Sacerdotes, ministros, autoridades…

Inalcanzables para aquellos que no estén dispuestos

A la sumisión, al dolor, al rechazo de los bienes materiales,

- viven el fragor de lo excluyente, están para el poder, placer y riqueza-

Al deseo, el pecado -marcarán lo pecaminoso para castigarlo-

La protesta, ¡O la obediencia total e irracional…!

Ellos tienen línea directa para comunicarse e informar

A los feligreses las órdenes recibidas

Si el dolor de los fieles es insuperable y lo asimilan,

Alcanzarán la Gloria, el Nirvana, el Olimpo, ¡Las moradas de los dioses!

Lo malo está simbolizado por Satanás, Belcebú, Belial o Luzbel,

Pluto, Mefistófeles o Mefisto, Astaroth o Astarté, Seth, Ahrimán

Isthar, Erebo Y sus ayudantes: Aamon, Pruslas y Barbatos

Hazazel, Behemot, Leviatán y muchos, muchos otros…

(Para echar errores a alguien). Drásticamente éstos serán los culpables.

Esos Dioses “buenos y omnipotentes” necesitan a esos representantes del Mal

Para demostrar su poder, ¡Su omnipotencia!

Y ellos, “los malos y sediciosos demonios” precisan de los Dioses

Para autoafirmarse frente a él o ellos…

Ellos –los dioses- serán la afirmación del poder divino, marcando la esencia

De lo malvado, la castración a la desobediencia