La soledad del abismo

Un beso en los labios
como antesala de la despedida.
Un viaje lejano, sin retorno
con el equipaje lleno de amor.
El andén ya está vacío
y el tren se oye marchar a lo lejos.
Una lluvia de soledad
en unos pasos apagados que se alejan del adiós.
No queda nada
La gente que viaja,
maletas que se agolpan en los
trenes y algunos que esperan
la hora de salida.
Niños, ancianos, familias y solitarios.
Debe ser el ajetreo normal de un
día en hora punta.
El murmullo me apuñala los oídos
El barullo me desorienta
No hay nadie tan abatido como yo
y sin embargo los trenes continúan
saliendo hacia su destino previsto.
Una pareja se besa en fuerte abrazo.
¿Quién puede encontrar la soledad como yo?
¿Quién puede unir este dolor que me ha rasgado el corazón?
¿Quién sentirá como siento yo?