Reclamos a mi Padre

A tu edad padre,
Veo que has perdido la memoria,
Si te pregunto por cosas que yo no recuerdo donde las dejé,
No me sabes decir
Donde encontrarlas.
Te veo dar vueltas por toda la casa
Callado siempre
Divagando
Y haciendo trazos en el aire
…Ya chocheas, padre.
Pueden pasar horas y hasta días
Hurgando,
Buscando, pesquisando
Es verte ir y venir,
Entrar y salir
Cuando de pronto
Me das la sorpresa
Me entregas aquello que consideraba perdido.
Hay veces
Que te acuso y acoso
De extraviar
Aquello que yo olvidé en algún lugar
Y casi siempre
Las hallas por donde yo pasé
O donde ni siquiera creo haber estado.
De cien, gano una
Y con esa me basta para sentirme triunfador
Aunque te quiero hacer creer
Que gano de todas,
El ciento por ciento.
Padre,
Tu ya estas viejo.
No razonas
Y haces cosas fuera de juicio
Aunque debo decir a tu favor
Y la verdad sea dicha
Que tus consejos
Todavía me orientan.
Admito que mis terquedades
Me han hecho fracasar
Que mi temperamento me ha metido en dificultades
Y a mi escaso juicio
Le debo algunos problemas.
Afortunadamente
Tuviste el tino suficiente
Para hacerme ver mis errores
Para enderezar y corregir
Los eventos,
Malentendidos y aprietos
En que me metí.
Padre,
Debido a tu edad no crees en Dios.
Trato de hacerte entrar a los principios
De su religión,
Adoración y conocimiento.
Busco mil y una formas
De lograr
La salvación de tu alma
Y la de mi madre
Hago esfuerzos,
Te atosigo y hablo
De la importancia que tiene
Que tu seas salvo.
No basta
Con el respeto y reconocimiento
Que has logrado
No es suficiente
Que tú y mi madre
Mantengan un matrimonio cincuentenario
Cuando tantos otros han fracasado desde el primer día.
Tampoco es bastante
Ver el amor y la preocupación
Que sienten el uno por el otro.
A Dios
Le disgusta que no le ames
Como tu y mi madre aman
A sus hijos
Y hasta a sus nietos.
Le preocupa,
Que se entreguen más a su familia
Que a demostrar su adoración a Él.
Y todo ello es culpa tuya
Por no entender
Que es insuficiente
Mantener los principios que me inculcaste
De no dañar a terceros con mis acciones,
Que mi libertad termina
Cuando empiezo a afectar la de otro, De respetar, para ser respetado
Dar ayuda, no dar limosna.
Y otros tres o cuatro principios por el estilo.
Padre,
Ya la vejez llegó a tu puerta
Y toca desesperadamente
Para hacerte ver
Que la vida
No es como tú te la imaginas
Ni como la vives o disfrutas,
Es importante enterarse lo mal que esta el mundo
Saber que la gente
Busca hacer daño
Que no es tan inocente y buena
Como Tú crees.
Tu vida toca a su fin,
Padre,
Es tiempo
Que ya no hagas tantos desatinos
Es momento
Para que tus intransigencias y terquedades
Dobleguen sus manos…
¡Ya ríndete!