RECOGIMIENTO (para todos los reclutas)

El señor de la noche retumba en mi interior, la fe de la razón está en mi hombría, la machera que exigen, es para niños despiertos; y el corazón que se pone, es como una gran montaña.

La vida es un caos en el infierno cerrado, el latido es un kilometrero, que no para de moverse, mi sentimientos de varón revotan, se despojan en mis ojos, para acabar la melancolía de este sufrimiento.

No hay como calmar la decepción de un momento, relajando la mente, que está situada en pensamientos hostiles, y sin gusto, destruyendo la paz.

Estamos despiertos en silencio, pero firmes ante la guerra; ante el tremendo trabajo que se avecina, nuncanos dejan cerrar los ojos, las energias se agotan, pero el empuje nos arrastra.

La verdadera razón de estar sufriendo, es solo un dolor para gozar; el verdadero veneno de trabajo me hace recaer, pero volver hacia delante me deja la llama encendida para lograr objetivos, metas. Y empezar con más ganas mi camino.

Trato de sacar mi mejor cara, y pongo mi pecho a la brisa, para entablar mi corazón y mi vida al sufrimiento feliz de una gran línea de llegada.

Los pasillos de mi alma piensan, escavan, y se mantienen olfateando los recuerdos de pasados oscuros, luminosos y que mantienen mis sentidos en velo.

Acabo todo lo que tengo en mi mente, para apagar, el motor de mis sentimientos frustrados en momentos, inerte como una gran roca me encuentro soñando y vagando, disfrutando el sueño eternal.