Reconocimiento interno

Me veo incapaz de repetir la magia,

de hacer que los dedos noten de nuevo

el tacto perfecto de la incomprensión total,

me veo incapaz de evitar el fatal desenlace

y el odio que había perdido parece que aún perdura

dentro del espejo quebrado

en el que tanto me costó labrar

la imagen que ya no me pertenece...

No nadan delfines felices en las lágrimas del que pesca por hambre,

el mundo del pobre es un océano donde hasta lo inerte resulta una amenaza,

amenaza a la que respondemos dejándonos caer,

calcando la estrategia de huida de una araña en el techo,

limitándonos a amamantar con complacencia al depredador,

agigantando su ego hasta que logre hacernos añicos,

volviendo a ensamblar la estructura con esfuerzo titánico

para que con un sencillo suspiro pueda ser derruida de nuevo...

Me veo incapaz de volver al inicio

porque por mucho que rasque

estas impurezas ya llegaron al fondo

del abismo que oculta mi piel,

no quiero retornos que me empujen

a la repetición en bucle del absurdo,

a veces aún brota la rabia

como un manantial ilusorio

que encharca y hace vociferar

al sentimiento aleatorio

y aunque pueda parecer extraño,

eso hoy,un día cualquiera,

a este tipo caótico cualquiera,

de un modo un tanto delirante

y posiblemente fruto

de la exageración por hábito,

le hace verdaderamente feliz,

por el simple hecho de que parece que algo

continúa moviéndose desde dentro...