Acomodada en mi silla
Llega a mi mente el pasado
Me da mucho escalofrió,
Y tiemblo al recordarlo!
Me alimente de ilusiones,
Para poder yo vivir,
Pero el destino es oscuro
No me quiso sonreír.
Deje que solo me hirieras,
Por que yo lo presentí!
Al verte mi alma huía,
Y yo no le comprendí!
Que tontas somos a veces,
Por la dura soledad,
Pero pagamos con creces.
Por quien nos abraza un DIA,
Y nos da su compañía.
Casi siempre es fingida,
Solo por conseguir,
Que un cuerpo sea otorgado
Y les haga sonreír.
Nunca se imaginan,
Que destrozan la niña
Que lleva cada mujer,
Y le dejan padecer,
El dolor de una herida,
Que nunca deja de arder.
Solo de acordarme…
Yo quiero envenenarte!
Y dejarte con un dolor!
En agonía o matarte!
Pero no vales la pena,
Prefiero no recordarte,
Y olvidarte en un rincón.
Alguien vendrá a remplazarte.
Diré adiós al pasado……
Ya no quiero mencionarte!
La mentira en el amor se paga con olvido. Como siempre, excelente poema. Un abrazo.