Me moriré de amor, si no regresas,
en esta soledad que me atormenta,
pues ya que de tu boca se alimenta,
mi loco corazón, cuando me besas.
¿A quién podré contarle mis tristezas,
cuando en el fondo de mi ser las sienta?
¿Y a quién mi vista inerme, somnolienta,
habrá de contemplar con entereza?
Ven pronto que se acerca ya el ocaso,
y cunde el desespero en mi agonía,
trayendo mi final, sin más retraso.
Ven pronto, te lo ruego amada mía,
devuelveme la vida con tu abrazo,
para gozar contigo al fin del día. (1998)