RECORDAR ES APRENDER

RECORDAR ES APRENDER 

Al poeta Jairo Restrepo Galeano en su viaje a la eternidad

Hasta una falsa alegría suele ser preferible a una verdadera tristeza. Descartes

Quién iba a creer que te ibas tras ese tricolor, tras esa ráfaga dispuesta en lontananza. Tu voz era el diamante de la azul mañana. El dulce encanto del sol muriendo en los rencores. Sabías que el arcoíris le debe sus monedas a la lluvia y el honor es inferior a la conciencia. Lo sabías todo en esa torre de filósofos donde discutías con la suerte. Predicabas que la felicidad es un deber y la perfección imperativo del espíritu. Que un poeta es un hombre aprendiendo a ser Dios o simplemente un dios aprendiendo a ser hombre. Decías tantas cosas, por ejemplo, que alabarse así mismo es trágico y bañarse de vanidad es enlodar el espíritu. Que la vida es un espejo donde se mira Dios, y la sabiduría el arte de la sencillez. Decías tantas cosas, con obstinada abnegación a tus discípulos. Al final nadie nos salva de nosotros mismos y lo que viene de adentro es un perpetuo enigma parecido a los tocados del misterio, para edificarnos a nosotros mismos. Qué gran momento para el deleite de tu acento, en esa ausencia  de fingidas sombras y  en la patria del destino aprender de memoria la historia que escribiste.

ALONSO QUINTÍN