Tarde gris, lluvia de Enero,
quebradiza al igual
que el alma que me habita,
lloran los cristales
lavando las huellas del ayer
y fuiste mía.
Solo mi sueño de hombre,
que vuelve a buscarme
para pedir el salto demencial,
que grita el abordaje,
llueve,llueve.
y fuiste mía.
Afuera se desdibuja el verde,
se hace agua el verano,
se dormita su fuego,
lentamente la lluvia
se congrega en charco.
y no te tengo
ya no eres mía,
perteneces a un mundo,
que fue azul,
y se murió de amor,
llorando este verano.
avelino
27/01/2009
16:30hs
siesta lluviosa
córdoba R.A