El amor y la razón

El amor y la razón tuvieron un altercado.
Ambos querían estar en la cima. Sin embargo
la cima sólo aceptaba a uno de los dos. Entonces,
ambos acordaron presentar sus argumentos,
como quien dice, poner sus cartas sobre la mesa.
Yo amo, dijo el amor, a quien por deferencia
se le permitió ser el primero en hablar,
yo amo a toda creatura, de lo alto o del abismo,
Lo visible y lo invisible,
lo eterno y lo transitorio,
la luz y la oscuridad.
Amo al frío y al calor,
la lluvia y la sequedad
lo ubérrimo y la aridez,
el desierto y el vergel; el mar anchuroso y la humilde charca.
Amo a todo el que vive, al que vivió y al que vivirá.
Amo al que hace de su vida un sueño y al que hace de su sueño toda una vida.
Amo a los que me conocen y a los que no me conocen; a los que me consideran y a los que me ignoran, a los amables y a los despreciables, sí, sobre todo a estos, los despreciables, porque no merecen ser despreciados y son los que más necesitan de mi amor. Amo a los sanos y a los enfermos, a los minusválidos y a los superdotados; a los humildes y sencillos lo mismo que a los arrogantes y soberbios.
A los que me tienden la mano para levantarme cuando he caído y a los que me oprimen y ponen su mano sobre mi cabeza, cuando me ven arriba, para hundirme. A los que me envidian y a los que me admiran. Amo a los que me bendicen y a los que me maldicen. Amo a los que siempre tienen para mí una crítica respetuosa y constructiva y aquellos que invariablemente -acaso porque su corazón no les permite expresarse de otra manera-
siempre tienen para mí una crítica destructiva, mordaz e hiriente. A ellos los amo y oro por ellos, para que Dios les cambie su corazón de roca por uno de carne.
Amo a los que me aceptan como soy y a los que me quisieran cambiar porque no les agrada mi presentación.
Amo siempre a todo y a todos. En todo lugar y circunstancia porque estoy hecho para amar, porque no concibo en mí el odio, porque soy imagen y semejanza del Dios que es todo amor.
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Es tu turno -dijo el amor a la razón-
y la razón se limitó a decir:
"Tienes toda la razón del mundo" je,je.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC