Era una aurora aprisionada.
Su cara tan hermosa, expresaba
un sin fin de bendiciones divinas.
La cascada de su pelo
simulaba el ocre del otoño.
En sus ojos podía ver mi palpitante felicidad
y en sus labios, simplemente el sabor del cielo
estaba omnipresente.
Cúanto la quise, cúanto !.
Mientras mi dicha duró,
caminaba al lado de un sol propio.
todas y cada una de sus palabras,
las tengo grabadas.
todos y cada uno de sus gestos y ademanes,
permanecen intactos en mi mente...
A veces me pregunto: cómo puede ser posible
que uno recuerde hasta el detalle insignificante
que nos ocurrió, tal día ? cómo ?
sólo el Amor es la respuesta.
El amor lo puede todo
y yo te amaba sin fin (te amo aún).
el pensamiento trillado de la infinitud,
éra semejante a mi amor por ti.
La Vida nunca ha sido mezquina conmigo,
me ha dado todo. Y si en un momento,
en algún recodo de mi existencia,
en algún momento aciago, te perdí,
no reprocho nada,tal vez fué mi culpa.,
tal vez, tuya,. No importa,
lo único que sé,
es que lo rescatable de nuestro amor,
es su existencia misma,
su grandeza, su individualidad.
No reprocho nada, al fin y al cabo,
aún no te he perdido del todo...