Fe de amor sin lealtad ninguna,
Breve pasión e inmortal tormento,
Como borrarte en el mismo pensamiento,
Y de sufrir pasado, e importuna.
Si a tus pies pongo las más elevada,
torre de mis divinos testamentos.
Abandonada a ella, el corazón sangriento,
Aposté por ti y perdí la partida.
Mi corazón recogerá tu rosa,
Sobre mis ojos se echara tu brisa,
Cuando no te ame te sentirá desesperada.
Florecer las rosas que madrugaron,
y para envejecerse florecieron;
en mi tumba y un botón hallaron.
Copyright © 2010 Ramiro Álvarez Cedeño.