Erotista

Miras resignada, la última copa de ron.
El rojo carmín de tus labios carnosos,
parece una mueca sensual de globos de sangre
que tenta la fibra sensible y erótica
de mis efímeros deseos pasionales;
me atrapas con infame y astuta sutileza
mientras deslizas el zipper de tu jean blue.
Tus dedos temblorosos e inquietos
acarician con delicadeza la última copa de ron.
Tu mirada ardiente se prende en mis ojos,
me quema el brillo intenso de tus pupilas en celo.
Escrutas mi interior sedentario, me hipnotizas
con ese universo de locas y geniales fantasías;
un rayo de mariposas eléctricas, revoltea y descansa
sobre un verso revolucionario de Neruda.
Levantas y bebes con ansia la última copa de ron.
Tu ebría vocecita de dulce barítono emerge
y me llama, desde lejos, cada vez más lejana,
suena en mis oidos como música suave que se acalla;
vuelve la monotonía del silencio, más no te has ido.
La copa de vidrio ha estallado en el piso;
me acercó hasta tí, tu brazo cuelga hasta tu mano, ahora duermes, con una sonrisa dibujada en los labios, profundamente.
He cerrado el zipper abierto de tu jean blue
y te llevo en mis brazos por entre la bruma
de los sueños inciertos en los que ahora vivo.