La suave piel de tu playa

Vuelvo siempre cuando estás a punto
de olvidarme. En indeterminado
destino a fuerza me han entrenado,
pero, solamente aprendí lo justo.
Algún día supongo que comprenderé
que es mejor arriesgar que entender,
razón por qué no resigno a perder
tu amor, que perseverando gozaré.
Busco miel en tus labios una vez más,
pues necesito morir en la suave
piel de tu playa. Ya amarro mi nave
en tu sombrío puerto del nunca jamás.
Tu amor; no eres fábula ni cuento,
me insinúas amor real y voy contento.
Autor: Alcibíades Noceda Medina