Como vuelan sutiles mariposas
a beber de las flores su ambrosía,
los recuerdos que el cerebro ha grabado
retornan al pasado desafiando el olvido.
Son recuerdos que bullen en el alma
de tiempos que fueron sin retorno.
Nos dejaron nostalgias, alborozo,
añoranzas, contento pesadumbre.
A veces, cuando asedian la memoria
los recuerdos de aquellos tiempos idos,
a las almas invade la nostalgia
y hay gotitas de llanto en las pupilas.
Es entonces que brotan como perlas
convertidas en verso y en poesía,
las palabras que traen los recuerdos
de quiméricos sueños, que volaron un día.