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Cuando repica erguida
la campana de tu canto
con el sabor calmante
de tu sentir que afianza
bajo el tórrido afecto
de tu voz que es manto,
Emanando caricias cuando
tu hablar me alcanza.
Es tu coloquio arista;
de arrobo y maravilla,
Es pórtico en concierto.
de armonía y relación,
Otorgando lucidez.
que rutilante brilla,
Con un aforo colmado;
de magia y devoción.
Entre la fiel travesía.
de tu airoso modular,
Que irradia tu calma.
en un bálsamo que alaga,
Con el aforo y perfil,
de tu agrado que es delicia.
Eres suspiro y aroma.
de fragancias que al volar,
Están alcanzando mi mente.
que sonriente vaga,
Para amenizarla,para acariciarla
con ese encanto que me envicia
.