Tengo en mi mente
una gran cantidad de sentimientos,
muchísimas preguntas sin responder
y no logro disfrutar los momentos.
La vida debiera enseñarnos
a ser hijos, hermanos, amigos y padres,
lo aprendemos dañando y sufriendo
y cuando lo conseguimos, ya es tarde.
Hacemos mucho daño
intentando ser mejores seres humanos,
no valoramos los regalos de que nos dá Dios
y no nos damos tiempo de estrechar una mano.
Debiera existr una universidad
que nos imparta sabiduría y paciencia,
ir a ella desde muy pequeños
para entender que vivir es una cencia.
Nadie dijo que la vida era fácil
día a día tropezamos y caemos,
hay risas, lágrimas, llantos
y aún asi, no aprendemos.
Pretendemos entender a Dios
y ni siquiera nosotros nos entendemos,
hasta le pedimos explicaciones
cuando a nuestro lado todo negro vemos.
Somos demasiado inconformistas,
somos, seres humanos.