Reencuentro con la srta. inspiracion

Hoy volví a ver a la señorita inspiración, nos vimos frente a frente y le dije: “Disculpe señorita, hay algo que quisiera decirle”, - Y me respondió, con su suave voz … moviendo sus labios que me recordaron ese primer beso de amor. -“Disculpe pero, ¿nos conocemos?-“…. Con mi voz temblorosa pero llena de valor porque sabía que esa sería la última vez que la vería, la última vez que contemplaría su rostro así .. tan cerca, respirando su aroma, la última vez que mis ojos mirarían fijamente sus labios, y tal como cuando se toma una fotografía quedaría grabada no solo en mi memoria sino… también en lo mas intimo de mi corazón; respondí: “Sé que no me recuerda, que no recuerda mi nombre, que no recuerda mi rostro, pues el tiempo se ha encargado de cobrarme los errores del pasado y aun quedan heridas abiertas en mi corazón, que el mismo tiempo ha impedido su sanar para hacerme recordar cada día, cada minuto el dolor que un día le cause, y que no la valoré. Solo quería agradecerle lo que provocó en mí desde el día de su partida…” -Un poco asombrada por mis palabras y .. Aún sin recordar mi rostro y descubrir quién era quién insistentemente trataba de abrirle su corazón y… tratando de descifrar las palabras tan confusas que sus oídos estaban escuchando, esos oídos que en un tiempo quieran oír un “te quiero” insaciablemente.. Continué diciendo- “Le agradezco el haberme ayudado a descubrir una fina y agradable manera de poder abrir mi corazón en silencio.. Sin sonido, sin un grito de dolor… el poder expresar en letras lo que siente mi corazón y mi boca no se atreve a decir.. Le agradezco por ser parte de mi pasado, por hacer que la nostalgia tenga un significado especial en mi, por ser la fuente de mi inspiración. Gracias por crear en mí una ilusión que me mantiene vivo, por reflejar historias de lo que pudo ser y ya no es. Gracias por hacerme vivir en un mundo de fantasía.. “Mi mundo de fantasía”, alejado de la realidad tal vez pero… es “mi mundo.”
Después de esto, la señorita inspiración me dijo: “Le agradezco sus palabras.. no sé qué decir .. Pues es y seguirá siendo para mi usted un extraño, hay algo en usted que me recuerda a alguien que amé demasiado.. pero no es usted, de hecho no recuerdo quien fue en realidad esa persona.. no reconocería su rostro aun teniéndolo frente a frete… ¿por qué? –respondí.. y añadió- “Porque siempre usaba una careta en su rostro y en su corazón….” Y se fue.. desvaneciendo su cuerpo y perdiéndose entre el mar de la gente. Se marcho sin poderle decir…”Gracias por formar parte de mis sueños”.