Ayayay...

Veniste cuando ya no esperaba nada de vos
Había olvidado lo especial que sos,
pero celoso como no hay dos.
“A despedirte”
según dijiste,
“pero al estar a mi lado
el corazón insolente te hizo tun tun“
el mío lo oyó
y se puso a bailar a su son.
Sabés que al calor de tu tacto soy vulnerable,
que tu piel en mi piel
hace mellas
y la hace estremecer,
como hoja de papel
Por qué acariciás mi hombro
como si estuviéramos en el ayer,
con caricias impetuosas…Dios!
pero deliciosas.
Me estrujás como si quisieras
tus huellas en mí plasmar.
Tu mano en mi hombro,
no me salen palabras
de tan grande asombro,
saber que no ha pasado el tiempo para vos.
Y me da miedo mi amor,
que querrás conmigo mientras estoy
…ayayay corazón…