De mi corazón ha nacido un nuevo sentimiento;
de mi corazón ha nacido una nueva figura en mi desvelo,
he sembrado una mentira y coseche una ilusión;
eres una brisa marina que acaricia mi rostro;
eres el chote que brota en la primavera de mis sueños
y la persona que cautiva toda mi emoción y sentido.
Mis ojos quedan perplejos al ver de cerca
la hermosura de tu figura, de tu hechizante cuerpo
y tu cabello lacio la hace pasarela al sol,
tan brillante que el mismo se peina con tu reflejo,
tan lindo que sus rayos se despiden de ti
y te añoran cuando se van con el ocaso.
El color de tu piel canela contrasta,
con la luna que te alumbra a media luz, y. . .
entra en armonía con el movimiento de tu caminar;
es tan suave que el viento se menea
y baila con el movimiento que dibuja tu cintura,
y se aferra para no despegar de tu ritmo.
Por ti pintaría arcoíris de millones de colores,
nadaría en el espacio sideral par bajarte
una estrellita y ofrecértela como rubí;
te regalaria cientos de frases sutiles y enamoradas,
te llevaría miles de versos encantadores y cursis,
te escribiría incontables poemas de amor.
Eres más grande que el mayor de mis sueños,
ni mis más irreales anhelos se comparan
al deseo de conocer la gracia de tu ser,
de escuchar la musicalidad de tu sonrisa,
de sentir el sabor de tus labios;
que parecen pétalos de revestidos lirios.
cristopher antonio moraga
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28/08/10