Vagaba el vagabundo, sin rumbo por el mundo. Rujia su estomago de no comer. De raidos pantalones de camisa de mil usos. Más risas y juegos escucho, de voces infantiles. Detuvo su caminar y miro. Vio un hermoso jardin, de bellas flores. !Señor exclamo, que perfume celestial! De momento escucho una voz,de una bella niña,tan hermosa, como el sol. Dijo venga señor, entre al jardin. !YO exclamo! Mira mi ropa,mi suciedad, mis rotos zapatos,y ustedes brillan, como los angeles de Dios. Venga entre, que el hada buena, de todo le dara. Pues el buen Dios, tiene un gran corazón, a todos ama por igual. Que importan sus botas, su raidos pantalones,su camisa de mil usos. Lo que importa es su corazón. Tomo, la niña la mano, del hambriento, vagabundo,y entro al jardin. Lagrimas rodaron por su rostro, su camisa, brillo tomo. Su raido pantalon, nuevo quedo. Sus rotas botas,brillaron al sol. La hada madrina, comida le dio. Desde ese dia,el jardin tiene, jardinero. Y termino mi triste !!ANDAR!!