-- A MIS COMPAÑEROS -- Anunciaban a lo lejos los primeros fogonazos del combate y engañándome a mi mismo en la búsqueda de gloria, de heroísmo, de bravura, de entereza ante la muerte, les dejé solos al fuego, al cuchillo, a la metralla, mientras yo me recreaba soñando con mis molinos. Pasados ya muchos años, encuentro mi regimiento, unos ciegos, otros cojos, mancos y enfermos los más. Ya no tienen parecido con los guerreros audaces, que hicieron frente con sangre al enemigo común. Se han vuelto cobardes unos, tímidos y perezosos, no se enfrentan a las turbas que continuan ladrando, son como pobres perrillos, delgados y adormecidos. Pero yo no les critico, ellos lucharon, yo no. Ellos dieron de su vida todo el esfuerzo y tesón. Yo he vivido en retaguardia, sin hambre, frío y dolor. Todo el mundo les critica. Todo el mundo menos yo. **********