Ya tengo otra vez mi alma

Melancolía del recuerdo me queda.
Creyó en mí y ahora la dejo,
soy culpable por eso no me quejo.
Nunca deje: haré lo que pueda.
Cuanto amor y ternura me mostro,
quiso llenar de sonrisas mis jardines
desiertos, mientras yo en los confines,
apretando el corazón del siniestro.
Buscó mi alma con desesperación,
cuando me pregunto dije: no tengo,
te la hallaremos para eso vengo.
Encontrarla no era mi intención,
pues hace tiempo está apuñalada.
Gracia a ella no murió desangrada.
Autor Alcibíades Noceda Medina