LOS NIÑOS DE LAS CALLES
Ese niño de la calle,
con hambre de compasión.
Rendido de mendigar
se acurruca en un rincón ,
de una enorme ciudad.
Solo siente el consuelo
del olor del pegamento,
que traspasa su cerebro
emborrona sus sentidos
y adormeces sus lamentos.
Esa desnuda niñez
mirada desde el sillón.
Se te antoja muy lejana
a través del televisor.
Y hasta sientes que profana,
tu descanso y confort.
Y solo vuelves la cara,
sin preguntarte si quiera,
donde esta la solución.
Culpas a los mandatarios,
otras, hasta al mismo Dios,
piensas que no es tu culpas
y duermes como un lirón
Y con un granito de arena
se puede hacer un montón.
Ese granito de arena
puedes ser una sonrisa,
una mirada cariñosa,
Es tenderle esa mano
que la sociedad les niega.
Los niños, son solo niños,
inocentes e indefensos
que necesitan de pan
pero también de unos besos. Carmen Pacheco Sánchez 12 -8 2009