Tu música me llega desde la lejanía
en un eco sereno de mágica armonía
que deja en cada nota un suspiro certero,
una caricia tenue, la del amor primero.
Tu música me embriaga, me llena de ambrosía,
me roza suavemente y endulza mi alegría.
Regala remembranzas que abrazan los te quiero
cuando con añoranza, te pienso con esmero.
Es tu música suave, arpegio de violín,
un Do mayor en arpa, un canto angelical.
Tu música me eleva en tono celestial
a lo bello del mundo de forma natural.
Expandes en acordes ilusiones sin fin,
Tu música: Mi historia despojada de sal.