A la memoria de mi hermano: Victor Manuel.
Hay una tristeza en mi entorno
y acosa mis días.
Me muerde y me desangra.
Hay un vacío y es inmenso
y ocupa mis espacios.
Se vuelve tiempo y distancia.
Hay una ausencia y tiene nombre
y se vuelve angustia,
dolor y nostalgia.
Hay un lugar que no se llena,
ni con deseos o esperanzas,
ni con todos los recuerdos.
Pero también y afortunadamente,
hay también y allá a lo lejos,
las semillas de tu sangre,
jóvenes y maduras,
que se aferran a la vida,
con una porfía inclaudicable.