Vana espera

Llegaste en el ocaso de mi vida,

cual llegan por la noche las estrellas,

besaste a mi boca que dormida

olvido pronunciar palabras bellas.

Los copos de la nieve mis sienes ya cubrían

y el paso de los años mi cuerpo envejeció.

No pude ya abrazarte, mis fuerzas lo impedían

tampoco pude hablarte mi boca enmudeció.

Mis manos ya marchitas apenas te tocaron,

mis ojos ya cansados lloraron de dolor.

También mis labios muertos que antaño te esperaron

guardaron en secreto mil palabras de amor.

Dejé que te marcharás como se marcha el día

no quise detenerte lo nuestro era imposible.

Nada podía ofrecerte ¡y cuánto te quería!

Y al ver que te marchabas lloré por lo indecible.

Lloré por el pasado que en vano te espere

y ansioso e ilusionado mi pecho te aguardaba.

Soñando en regalarte mil besos, te anhele

más cuando tú llegaste mi vida se apagaba.

Mi noche se hizo negra, la luna se oculto,

afuera, en la distancia tus pasos se perdieron,

mis labios se cerraron, la voz se me cortó,

mi mente queda en blanco, mis ojos se murieron.

Mi pecho ya cansado inerte se quedó

y al ver que te marchabas mi vida se extinguió.

Y en mi último lamento te fui diciendo quedo

en vano fue la espera, el tiempo…nos venció.