Rizos que brillan cual trigo para arar

Llegado el momento de la verdad
en el que la pasión se despierta
sabemos que hay alguien más
y que nos ha tocado la puerta
sucede que cuando el sentir descansa
el mundo ya no despierta
Y se nos van yendo los días
como en las calles desiertas
No me pidas que me calle
que no hable de tu rostro
que observe lo que me gusta
y apague el fuego interno
que nace con gran alboroto
cuando miro a tu espejo
cuando te registro cerca
cuando tú sí me contesta
y yo te digo bien poco
Yo, te escribo, me escribes,
con ello te digo, me dices
Nos cruzamos sólo palabras
y dormimos el manifiesto
Será que no somos honestos
o le tememos a los demás
Y quienes son ellos, mi vida
sino te saben apreciar
Alguna vez estaremos
los dos mirando a el mar
dejaremos de ser lo que somos
y nos podremos sincerar
ese día de seguro entre otras
creo que podrí comenzar
a decirte por ejemplo
que me gustas, sí, mucho
que me atrae tu sensualidad
como tu cabello rizado
brilla como trigo para arar
Podría mirar hacia atrás
desde que te conocí
donde nunca yo te dije
lo que por ti sentí
Podría tomar tus manos
besarla hasta las diez
detenerme en esa hora
bajar hasta tus pies
para dar comienzo al querer
Debería hacerte saber
que no me importa de ti
si eres casada o soltera
sSi tiene un hijo o diez
que te imagino a mi lado
y que muchas veces te vi
sí, me dejaste unas palabras
y con ellas me hiciste vivir.
Samuel Akinin Levy