NIEBLAS DEL ALMA

La noche,
como un cementerio de luces,
como nieblas del alma
me muerde el cuerpo.
He despertado a tu lado,
aùn estàs cautiva
en la inmensidad de mi amor
y en el sueño fràgil de tus ojos.
Te miro y eres fruta
que madura bajo el sol de mis dìas:
fragante encanto,
salvaje tentaciòn...
Aprieto tus hombros...
no sè si despertarte...
callo en tu silencio
y despertamos al ¡amor!...
La noche quieta,
tal vez curiosa, se asoma a la ventana,
pero al divisar el lecho
se escapa sonrojada
hacia las luces
de un nuevo amanecer.