El árbol derrotado

Un árbol triste y seco,
con una sola rama derrotada,
era mi corazón para tus sueños.
Y aquel follaje lírico del alba
encendió, de repente los recuerdos
que nacen en el alma.
Vencida aquella rama
por la violencia cósmica del viento
buscó el refugio azul de la distancia.
Pero acusaba al cielo
por su derrota inútil, sin batalla;
y por ser la sombra de un espectro.
Vomitó la distancia,
que proyectan los líricos espejos
frente al calor del viento y la montaña.
Nunca había logrado tanto anhelo,
con lluvia de esperanzas,
como ahora que galopas en mis besos.
No olvides nunca aquel árbol,
pues su rama se llenó de luceros
con música de estrellas y campanas.
Porque tú estás conmigo sin palabras
diciendo que el silencio
es refugio simple de las almas.
JOSE MARÍA DEL CASTILLO
EL POETA MAYO DE 1981