Sueño tus sueños mientras dormías,
en tus ojos mansos como lagos,
deseo nadar en él causando estragos
pero, a tu paz causaría anomalías.
Te contemplo con muchas melancolías,
en tu quietud se disipan los enojos.
En velos tengo flores en manojos,
con alegría despertaras como solías.
Avidez me llena tu leve sosiego,
que estoy soñando en ti no niego,
entre tus ojos, mis suspiros presos,
pero verte placida, placer provoca.
Es anhelante el dulzor de tu boca,
mis labios suspiran por mil besos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina