SIN ATADURAS NI QUEJIDOS

Brilla el desaire aroma a cigarro y cigarro
se desvanece el humo entre mis pavoridos secretos
caen las cenizas en un eclipse de palabras
último sorbo de vino consumido sobre la mesa
episodio entre el viento y la marea que termina
penumbra que van sueltas sin ataduras ni quejidos
caminan solos los suspiros entre sus vagas sombras
una luz prestada ilumina mi mano delirante y fina
letra entre letra se dibuja un poema en la calzada
de una noche predicada de segmentos que batallan
hortencias deshojadas parecida a mi conciencia
miro al cielo color gris oscuro acercándose una hada
hada revestida de luces entre susurros andaluces
le sonreía a la vida asi se le hace costumbre
entre mares y ríos tambien se llora y de lágrimas
se llenan, más tampoco siembres lirios ni claveles
porque aún en la humedad de la arena ellos mueren
se obstruye la vida si ella marcha en retroceso
un retrato cartón viejo de ausencias sin hablar
grietas de latigazos como el dolor de un funeral
entre cigarro y cigarro un sorbo de vino tinto
la vida entre laureles y manecillas del reloj
día a día se acerca el día de morir, triste final
del transeunte, del pasajero, del poeta y quien más 19/mayo/2003