Los dioses que tú adora me muestran,
porque de mis deseos se dan cuenta.
Son apetecibles los dones que ostenta,
mis ojos hasta donde pueden penetran.
Saltan los botones de tu ceñida blusa,
caen las rosa estampada en tu vestido,
reemplaza tu piel con bellos colorido,
el viento te descubre y te vi pudorosa.
No encuentro explicación a esta escena,
los dioses terminaron con mi condena,
Tal vez es tiempo que el amor se consuma,
y era el deseo de los dos por fortuna.
Del sueño desperté solito en la cama,
imagine que te escapaste por la ventana.