vamos:
hoy dia soportare al tipo de camisa a cuadros
al tipo con un tumor de carne en la nuca
copularemos sobre la fotocopiadora despues del almuerzo
ahitos, sin olores florales, con los codigos de barra en la lengua.
Hiede el amor, a escaleras mohosas, a papel arrumado, a papel fotografico quemado, a barbiturico, a orin.
Volveremos al hueco horadado en el lecho, oiremos como a un coro angelico; los desgastados resortes y goznes del catre abriendose a nuestro peso.
Soñaremos con nuevos codos, nuevas vertebras, puros higados y ligeros pulmones, pulidos calcaneos y romos nudillos, que se enfrenten a la existencia por otros veintitantos años.
Soñaremos con un ascensor, una rubia facil que sube en el piso doce, se baja mancillada, en el 15 y nos deja en paz en un ascenso infinito, donde solo se escucha a Howlin Wolf cantando desde el fondo de un pozo. Once y trentaiseis y muriendo.